Pogen.- El regreso a la normalidad económica, social, cultural y educativa está cada vez más cerca. Sin embargo, la reapertura de distintos negocios e instituciones deberá hacerse en distintas etapas y con algunas medidas de seguridad que han llegado para quedarse, como el control de ocupación en establecimientos.

Restaurantes, gimnasios, centros comerciales, bares, tiendas, salones de belleza y librerías de todo el mundo están controlando y limitando sus niveles de ocupación para garantizar suficiente espacio entre las personas y, por lo tanto, cuidar la salud de su personal y sus clientes.

México sigue los pasos de países como Estados Unidos, donde en lugares como Florida los restaurantes ya reanudaron sus operaciones, pero solo al 25% de su capacidad en interiores y con mesas espaciadas a seis pies en exteriores. Las tiendas minoristas también han vuelto a operar, pero al 25% de su capacidad.

En Texas, las tiendas minoristas, los cines, los restaurantes, las bibliotecas, los museos y los centros comerciales han vuelto a abrir sus puertas, pero solo al 25% de su ocupación total.

Sucede lo mismo en España, donde las terrazas de los restaurantes y los establecimientos del sector de la hostelería de su capital tienen que limitar a un 50% la ocupación máxima, mantener distancias mínimas de seguridad de dos metros y no permitir grupos mayores de 10 personas.

Algunas ciudades españolas como Fuengirola, en Málaga, han implementado medidas aún más fuertes, y es que allí se empezará a utilizar inteligencia artificial para controlar el aforo de playas y espacios públicos.

Se trata de un software que funciona a través de sensores colocados en los postes de luz y que permite conocer en tiempo real los niveles de concurrencia de personas con el objetivo de poder evitar aglomeraciones y así garantizar el cumplimiento de las medidas de prevención para evitar nuevos contagios.

En México, algunos establecimientos como restaurantes no han dejado de operar pero han limitado sus horarios y sus niveles de ocupación con ayuda de su personal.

Sin embargo, para garantizar con certeza los niveles recomendados es necesario contar con sistemas automatizados que controlen y limiten los accesos con precisión y sin necesidad de personal.  

Existen sensores, como los de Pogen Occupancy, que de manera automática limitan el número de accesos; controlan desde cualquier dispositivo los niveles de ocupación; miden la afluencia por horas, días, semanas, meses o años, e informan a los clientes el número de personas dentro de un lugar.

Esta tecnología no será una tendencia sino una realidad para el futuro de los restaurantes, las tiendas, los centros comerciales y otros espacios públicos en los que se debe de cuidar la seguridad y la salud de los clientes.