En el sector retail, el uso de las etiquetas es casi imprescindible, ya que permite clasificar o catalogar los productos, así como marcar su importe o la fecha de consumo preferente. Para cumplir con la productividad y afín de seguir las distintas normativas, una parte importante para los comercios es tener los productos claramente etiquetados.
Sin embargo, ahora se enfrentarán a un reetiquetado de productos, pues las reformas a Ley General de Salud piden poner sellos a los alimentos y bebidas dañinas y podría ser aprobado en la Cámara de Diputados, en el corto plazo.
Este nuevo etiquetado busca que las empresas reformulen el contenido de azúcar, grasas saturadas, sodio y calorías de sus productos.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en México, uno de cada tres personas, mayores de 15 años, son obesas.
Los promotores de esta iniciativa argumentan que el etiquetado actual es confuso y difícil de entender.
De acuerdo con el Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo (ConMéxico), organización civil que agrupa a las 44 empresas más grandes del país, la implementación de un nuevo etiquetado para los alimentos procesados en México tiene un costo de más de cinco mil millones de pesos.
Advirtió que el mayor impacto económico es para las micro y pequeñas empresas, ya que 25 mil microempresas absorberían 78 por ciento de esa inversión.
En cambio, 22 por ciento del costo de reetiquetado es absorbido por las grandes empresas.