Pogen.- Durante la pandemia la restricciones de movilidad y el trabajo remoto modificaron los hábitos de consumo de los compradores. Particularmente en la vestimenta. La ropa de fiesta, los tacones, los trajes y las corbatas quedaron atrás durante por lo menos año y medio de la pandemia Covid-19. 

Aunado a que muchas oficinas optaron por relajar esas medidas de vestimenta formal para brindar mayor confort a los empleados. Las juntas remotas y las conferencias en línea se volvieron la norma y por tanto el relajamiento de la vestimenta. 

Algunos de estos cambios que se generaron en los hábitos de consumo han continuado presentes aun ahora que ya hay menos restricciones y una nueva “semi” normalidad. 

Según el Índice Pogen las tiendas de ropa casual y deportiva fueron de las categorías que primero alcanzaron los niveles de recuperación del 100% a niveles de las afluencias del 2019 prepandemia lo que habla de que el consumidor incrementó su visita a estos establecimientos y por lo tanto su compra. 

Con la creciente tendencia del trabajo remoto la ropa casual y deportiva cobró una relevancia mayor en la escala de compra de los consumidores.

En 2019, los consumidores mexicanos gastaron $44.3 mil millones de pesos en textiles para el hogar, se proyecta que este mercado se recuperará este 2022 y mostrará un crecimiento del 12.1% con $49.7 mil millones de pesos según la agencia KANTAR.

De acuerdo a una encuesta de CottonInc hecha en el el 2021 por lo que respecta al método de compra predominan las compras en las tiendas físicas con un 77% y con 19% las compras online y solo el 4% adquieren los productos por Internet y los recogen en el centro comercial.

La tendencia de estar vestidos casualmente o incluso con ropa deportiva para realizar actividades diarias por lo visto es una tendencia que llegó para quedarse.