Consumo y tecnología, una revolución en curso

 Cómo la tecnología ha cambiado al consumidor.

Uno de los factores que más ha impactado la forma en que consumimos productos es sin duda la tecnología. Desde el hecho de que casi cada cliente tiene a la mano un celular y una conexión a internet hasta la posibilidad de comprar en línea sin importar la hora o el día, el mundo y nuestra forma de estar en él ya no es la misma que hace 5 años, ya no digamos más.

El entorno va cada vez más rápido y los cambios suponen un verdadero reto para las marcas. Seguir el ritmo y adelantarse a las transformaciones que trae la tecnología se vuelve clave para ganarle a la competencia y retener los clientes. Aquí te traemos algunas de las maneras en que han cambiado estos consumidores debido a la tecnología.

CONSUMIDORES SÚPER CONECTADOS

El consumidor de la actualidad vive una vibrante y activa vida en línea, a veces más activa que su vida offline. Disfruta de estar conectado e informado y lo hace cada vez más joven. Los niños más pequeños ya saben operar un celular o una tableta, eso ha llevado empresas como Linkedin a ofertar su producto desde los 13 años porque la conectividad ya no tiene edad.

El mexicano promedio pasa 7 horas en línea. Casi toda su jornada. Se han borrado las líneas entre lo online y lo offline. Esto quiere decir que es ahí donde vas a encontrar a tus consumidores y tendrás la oportunidad – si diseñas una buena estrategia – de participar en sus conversaciones y aportar a su día a día.

CONSUMIDORES MÁS EXIGENTES

En el pasado, las empresas eran las que ponían las horas de apertura, los productos que tenían disponibles y el tipo de atención que ofrecían. El cliente debía adaptarse a las tiendas que tenía en su localidad, al menos que pudiera viajar, y atenerse a los precios de las mismas. Esta realidad ha cambiado para siempre.

No solo ahora puedes comprar en línea, pero tienes la posibilidad de comprar casi en el mundo entero con los envíos internacionales. Plataformas como Amazon te dejan traer productos de sus otras tiendas en el mundo al alcance de un clic y eso ha cambiado el poder que tiene el consumidor.

El comprador sabe que puede elegir. Si no le gusta el servicio o el precio le parece caro, buscará en internet y esperará una respuesta del proveedor virtual, aunque sea sábado a las 3 de la mañana.

Las empresas de retail, se ven entonces en la obligación de ofrecer mejores productos, experiencias únicas y un servicio impecable para que el traslado hacia la tienda tenga sentido en la mente de un consumidor tan exigente.

CONSUMIDORES CON NUEVAS PREOCUPACIONES

El consumidor actual, y ésta es una tendencia que se va a acentuar con los años, tiene nuevas preocupaciones. Se encuentra en una economía en permanente crisis y en un planeta en peligro. Se encuentra más sensible a su comunidad y a los designios del medioambiente. Busca la sustentabilidad más allá del consumo.

Esto va de la mano con lo que se conoce como El Internet de las Cosas, un lugar con tanta información y una tecnología tan veloz que va hacia la personalización de los servicios. Estamos hablando de seguros de auto que te cobren por kilómetros recorridos, coches rentados, hasta electrodomésticos que puedas rentar por horas o por día.

Muchos clientes buscarán productos de alta calidad con esquemas ya sea de suscripción o de renta que se adapten a las necesidades personales o de su familia.

LA ECONOMÍA PERSONA A PERSONA

En especial la generación de los Millenial y los que le siguen tienen bastante desconfianza a las marcas y las grandes corporaciones en general. Prefieren obtener información de otros usuarios. Los estudios muestras que las reseñas de usuarios en los productos que se venden en línea impactan hasta un 67% las compras del mismo.

Esto quiere decir que las marcas se encuentran entonces en una lucha desesperada por intentar navegar las conversaciones online. La mejor manera de lograrlo: mejor tu producto y afina tu servicio. La marca que logra ofrecer algo extraordinario a sus clientes súper conectados recibe el beneficio de los embajadores de marca que sin recibir paga alguna recomiendan el producto.

Por otro lado, ha surgido la competencia de los mismos individuos ofreciendo productos. Ya sea Airbnb para ofrecer o rentar un cuarto o una casa para las vacaciones, Udemy para cursos en línea, Etsy que permite a cualquier artesano vender en el mundo entero o Uber que ha sabido capitalizar la necesidad de un transporte privado de mayor calidad que lo que hay en la actualidad.

El acceso a la tecnología ha facilitado el emprendimiento y esto ha supuesto una nueva competencia para las marcas que deben también estar atentas a lo que se está ofreciendo fuera del circuito de las compañías más conocidas.

CAMBIOS CONSTANTES Y LA NECESIDADES DE ADAPTARSE  

Tal vez lo más impactante de la tecnología y del consumidor a la par, es la velocidad a la que cambia el entorno y las preferencias. Hoy en día la marca que quiere ser competitiva debe darle mucha importancia a la información que recibe de sus consumidores y a las tendencias que van a surgir en los próximos años.

De la misma manera, las marcas deben ser flexibles. Dispuestas a cambiar porque los planes de marketing no pueden durar y las mejores campañas en redes sociales se miden con respuesta en tiempo real. Las ideas solo son tan buenas como sea la respuesta de los usuarios que esperan nuevos contenidos y propuestas de forma constante.

La llegada de cuestiones como la inteligencia artificial, las máquinas que aprenden, las casas inteligentes o la realidad virtual seguirá transformando la manera en la que vivimos y por lo tanto la manera en la que consumimos.

Las marcas que sepan conquistar a sus clientes y hablar con ellos a través de los nuevos medios y plataformas que siguen surgiendo serán las que acompañen esta revolución que sigue sucediendo.

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