Pogen.- El consumo de vino se ha incrementado exponencialmente en los últimos años lo que lo hacen una industria pujante y exitosa pero que también enfrenta retos de sostenibilidad. Según el reporte anual de la Organización Internacional del Vino  la venta de vino ascendió a 36 mil millones de dólares en 2021 un récord histórico. 

Al mismo tiempo, la tierra disponible para cultivar vino ha disminuido desde el año 2000, de  7.8 millones de hectáreas a 7.3 millones de hectáreas.  Aunque no necesariamente es un dato negativo ya que se presenta una cierta estabilización desde el 2017 en 7.3 millones de hectáreas, pues se debe al control de crecimiento de viñedos en China y a la optimización en el desgaste de la tierra.

La industria del vino, que durante mucho tiempo ha sido una industria que recurre a procesos artesanales; ahora también da paso a la tecnología para poder hacerlo de forma sostenible a largo plazo. Estos retos los orientan a buscar la máxima eficiencia en sus producción, con el menor consumo de recursos.

LA FAO ( Food and Agriculture Organization)  desde el año 2010 puso sobre la mesa el término agricultura inteligente que se basa en aumentar la producción sustentable de vino con tecnologías como agromapping, big data, agroanalytics, fermentation intelligence logic control system, entre otros que ayudan a tener un mejor control y uso de la producción del vino. 

Tecnología de sensores de humedad, temperatura, maduración de la uva y  drones para brindar información de la siembra, riego y poda de los cultivos son algunos de los ejemplos de la implementación de la tecnología en esta industria.

Todas estas estrategias se ven reflejadas en  el surtido de  tiendas que dan servicio al consumidor final. Como es el caso de las tiendas especializadas  Vinoteca, La Naval, La Castellana, La Europea entre otras que surten vinos de todas partes del mundo y tienen desde el  vino de la cosecha más joven hasta la mejor selección de añejos. 

Según una encuesta del Consejo Mexicano Vitivinicola en 2021 el 71% de los encuestados que regularmente toman vino dijo realizarlo por lo menos una vez al mes. El sitio o momento que para ellos se presta más para tomar vino fue «estando en casa»  un 70% y «comiendo en un restaurante» un 49% con su pareja o amigos.

También el 88% respondió que lo compra en la tienda física como un supermercado o tienda especializada y en menor porcentaje lo compra por canales de venta en línea. 

La industria del vino a nivel mundial es una industria madura sin embargo tiene espacio para transformarse e innovar haciendo uso de la tecnología para producir para el amante del vino, el vino más espectacular y llegar a su cliente final a través de la tiendas especializadas.