Pogen.- En el más reciente capítulo de El Club del Retail de “Planeación estratégica exitosa” tocaron el tema de cómo implementar OKR’s y los beneficios que se ven reflejados cuando se implementan de manera exitosa. 

OKR (Objetivos y resultados clave) es una metodología de establecimiento de objetivos que utilizan las organizaciones para alinear sus objetivos estratégicos con sus operaciones diarias. 

El marco OKR está diseñado para ayudar a las organizaciones a establecer objetivos claros y medibles que estén alineados con sus objetivos generales, y para realizar un seguimiento de su progreso hacia el logro de esos objetivos.

Los elementos clave de la metodología OKR son los objetivos y los resultados clave. Los objetivos son metas específicas, medibles y de duración determinada que una organización quiere alcanzar. Los resultados clave son las métricas que se utilizan para seguir el progreso hacia el logro de esos objetivos. Juntos, los objetivos y los resultados clave brindan un marco claro y medible para lograr las metas de la organización.

Uno de los principios más importantes de la metodología de  OKR’s es que los objetivos deben ser ambiciosos y desafiantes y deben llevar una narrativa detrás. En mi experiencia es más claro entender “ Hay que incrementar la satisfacción de los clientes”  a “Vamos a reducir el tiempo de respuesta al cliente en 3 minutos”  como el ejemplo utilizaban en el podcast del El Club del  Retail. 

Uno es explicativo y da un sentido de por qué hacerlo  y el otro es solamente es una métrica. 

Esto se debe a que las investigaciones han demostrado que las personas están más motivadas y son más productivas cuando trabajan para lograr un objetivo desafiante. Además, OKR alienta a las organizaciones a establecer objetivos que sean específicos y medibles, lo que ayuda a garantizar que todos en la organización sepan para qué están trabajando y puedan realizar un seguimiento de su progreso.

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Otro aspecto importante de OKR es que se enfoca en alinear objetivos en diferentes niveles de una organización. Esto significa que los objetivos establecidos en el nivel superior de una organización deben estar alineados con los objetivos establecidos en los niveles inferiores, y que todos en la organización deben comprender cómo su trabajo contribuye a lograr los objetivos generales. Esta alineación ayuda a garantizar que todos en la organización trabajen hacia los mismos objetivos, lo que puede ayudar a aumentar la productividad y mejorar el rendimiento general.

Los OKR también fomentan revisiones de progreso y esto ayuda a garantizar que se avance hacia el logro de los objetivos, además de permitir los ajustes necesarios en caso de que se requieran modificar. 

En conclusión los OKR son una metodología adaptable, flexible pero poderosa para llevar a las organizaciones a alcanzar sus metas y obtener resultados tangibles y medibles para su crecimiento.